Etiquetados, cajitas y envidia

El día que repartieron las etiquetas hubo alguno que se despistó y se quedó sin ninguna. Desde entonces, ese tipo de personajes vagan ubicuos, pero sin lugar donde estar porque hay muchos sitios en los que sin etiqueta no puedes entrar.

Quizá, su mayor problema sea relacionarse con los etiquetados. Suelen ser torpes sociales mirados con partes iguales de desconfianza y condescendencia por los que sí lucen etiqueta. Es complicado, compréndanlo. La misma inquietud que les hizo estar en otro lado mientras repatían las etiquetas es la que les hace ser rechazados por los etiquetados. No son capaces de ceñirse a la etiqueta del etiquetado con el que intentan relacionarse. La conversación no se ciñe a lo que se supone que uno debe pensar, decir y/o hacer según su etiqueta. En esos momentos, el nervioso etiquetado suele sacar su Dymo de emergencia para pegarle en la frente al sin-etiqueta una etiqueta de loco, irresponsable o antisocial. Por suerte para el sin-etiqueta, con el sudor del rubor por la violenta situación la etiqueta improvisada suele caerse al poco de ponerla.

Molde encajado

Pero, también tienen que relacionarse con los de las cajitas. Esos que además de las etiquetas que llevan pegadas por todo el cuerpo gustan de dormir en posición fetal dentro de cajas de cartón etiquetadas por ellos mismos. Son problemáticos de por sí, háganse cargo. Cuando no duermen increpan a cualquiera que pase a su lado, lleve etiqueta o no, con lo de «más te valdría buscarte una buena caja y echarte a dormir». Aunque son muchos, no suelen provocar grandes cambios en el devenir de los sin-etiqueta. Con sus cajitas, su movilidad se ve limitada a torpes saltitos que les fatigan enseguida. Caminando más rápido que ellos y buscando un camino alternativo, los sin-etiqueta suelen evitar enfrentamientos improductivos.

Así que resulta que los sin-etiqueta viven en conflicto todo el día. Vaya, pues lo llevan bien para vivir con tanto agobio. Se les suele ver sonreir. Las malas lenguas dicen que lo hacen para disimular lo mal que se sienten por dentro. Imaginense; si ustedes mismos tuvieran que vivir sin etiquetas o fuera de la cajita, ¿cómo podrían controlar el malestar y la ansiedad? Deben estar destrozados por dentro, los pobrecillos. Lo que tapa una etiqueta y lo que cubre una buena cajita de cartón no se puede dejar al descubierto así como así. ¿Tendrán frío los sin-etiqueta?

Banda Sonora recomendada:
Me gusta ser normal x Los Acusicas del disco «Yo maté a Kenedy» (2006)

17 respuestas a «Etiquetados, cajitas y envidia»

  1. Yo, todos los dí­as, me reviso bien la frente para ver cuántas me han pegado. La ventaja es que ahora te pegan muchas con post-it de quita y pon y colorines: cosas del diseño. Antes te las poní­an con chinchetas.

  2. Odio las etiquetas, nos hacen perdernos la gran maravilla de las cosas indefinidas y fronterizas, aniquilan los detalles y eso amigho mí­o no estoy dispuesto a sacrificar.

  3. Yo tiendo a ser un etiquetado sin etiquetas: alguien que no las tení­a y las tiene, alguien que pensaba que las tení­a y no las tiene. Ã?Å¡ltimamente, más esto último. Lo malo es que cuando eres un tí­o «sin-etiqueta» ya te estás poniendo una.

  4. Las «bitiquetas», son las bitiquetas…

    Eso es cuando eres «judio y masón», » homosexual y comunista» o «musultarra»

  5. En realidad, Sra.labea, cierra usted el cí­rculo. La primera reacción a este post la tuvo el amigho .melo por email informando al ignorante gestor de Sr.K de que la estatua del fondo es de «Ramón Rubial, un histórico socialista». Para que el redondel o circunferencia se complete del todo hemos de suponer que la escultura preferida que usted menciona es la que enmarca a la del polí­tico. (Si las cosas no encajan, se las hace encajar para que queden bonitas)

    Sr. CDM, un placer cada una de sus mielosas visitas.

    Al resto, vigilen su espalda. Puede que en lugar de etiquetas les planten algún monigote con motivo de la Navidez.

  6. Como soy un ignorante en informática me tengo que rebajar a pedir, polamó de dió que má triste e robar, un enlace al Mórbido Jueves…

    …a la parodia del anuncio de la Caja Cí­rculo: » Tú enCAJAS»

  7. Las etiquetas suelen ir pegadas a la altura de los ojos para no ver más allá.

    Las etiquetas no se las pega uno mismo te las pegan como te pegan el monigote en la espalda el dí­a de los inocentes.

    Cuando en una fiesta te mandan ir vestido de etiqueta ¿quiere decir que vaya con un traje que ponga 100 % algodón?

    Un saludo

  8. áCuánto bueno reunido por aquestos lares! mórbido, Sr.K no es digno, es un simple gusano. A sus pies.

    Ochenteros, relax, la palabra mágica es relax. Descansemos antes del Solsticio de Invierno.

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