Llegaba Julio César, el mismísimo Julio César, a su villa de las afueras de Roma tras varios años de campaña en las Galias sudoroso, sucio y cansado. Calpurnia Pisonis, su mujer de aquel entonces, no respondió a su «Ave!» y sólo le miró con frialdad y reproche.
Sosteniendo dignamente la mirada a Calpurnia, como sólo el mismísimo César podía hacer, contestó de viva voz a la mirada envenenada de su mujer.
– Cariño, ya sabes que sin sacrificio no hay victoria y sin victoria no hay laureles.
Su mujer, con gesto de sopresa, le replicó.
– Y tú… ¿para qué coño quieres laureles si no has cocinado en tu puta vida?
Banda Sonora recomendada:
Romanos x Los Feliz «Aleluya» (1998).
además, el laurel es una especia sobrevalorada
La foto es magnífica.
Me gusta tu mirada.
Nos vemos.
Comparto la opinión sobre la foto, me gusta mucho.
P.S. Durante un tiempo no entendía nada de las fotos del Sr. K áHasta que descubrí que había que pinchar para verlas enteras!
…y no será por veces que se lo he dicho yo: «oye, ¿tu eres consciente de que los internautas son vagos por naturaleza y eso… y que, a lo mejor, sólo a lo mejor, no se dan cuenta de que hay un hipervínculo en las fotos, verdad?»
Y se dedica a esto, madremia…
áá Me da igual que sea un personaje histórico !!
ááá -500 puntos !!!
PD: Avemaríapurísima…. Padre, hace años que no me confieso, y me acuso de no haberme dado cuenta antes (mal de muchos…) de que había que pinchar las fotos del Sr.K…
«Cariño, ya sabes que sin sacrificio no hay victoria y sin victoria no hay laureles.»
Y sin laureles no hay guiso y sin guiso no hay cazuela y sin cazuela no hay fogón y sin fogón no hay cocina, y sin cocina no hay casa, y si no hay casa no hay polvo.
Conclusión, sin sacrificio, no hay polvo. xD
Si señor, «ríndome a la lógica lisérgica de Gila»
Sin sacrificio no hay polvo. Que gran verdad.
lo encantador de la iconoclástia de lo cotidiano
Muy buena…
después de esa respuesta no se que haría julio cesar, pero ante tal cuestión lo mejor sería callarse, o ponerse a hacer la comida :)