– ¿Da usted su permiso?
– Usted por aquí de nuevo. Mmmh… Adelante, adelante. Dígame.
– Perdone la pregunta señor pero, ¿por qué me trata con recelo?
– Bueno, tampoco es intencionado, cadete. Es simplemente que cada vez que viene a verme las noticas que trae no suelen muy halagüeñas.
– Lo siento señor. Yo sólo cumplo con mi deber.
– Bien. Entonces ¿de qué se trata?
– Malas noticias, señor.
– áNo me joda, cadete! ¿Otro desertor?
– Así es, señor. He esperado hasta el último momentos para confirmar mis sospechas, pero a día de hoy ya puedo confirmar que otra de nuestras unidades nos ha abandonado.
– No me diga más. Ha sido ese que llevaba ya bastante tiempo más allá que acá. Y eso que era de los mejores. Una pena, en fin. ¿Desde cuándo está con el enemigo?
– ¿Con el enemigo? No, señor. Es peor. No se ha pasado al enemigo, se ha convertido en nuestro antagonista.
– Pero… ¿qué pamplinas son esas de «nuestro antagonista»? Será el e-ne-mi-go, cadete, como siempre.
– No, señor. Es el an-ta-go-nis-ta. Una cosa es el enemigo y otra es el antagonista.
– … explíquese. Se está rifando una plaza en zapadores y usted está teniendo cada vez más papeletas…
– … es bien sencillo, señor: el enemigo desea nuestro mal y en cambio, el antagonista es todo lo contrario a lo que nosotros hemos sido y somos.
– Así que según usted la última unidad que hemos perdido se ha convertido en todo lo que repudiamos, pero no nos quiere ver muertos…
– Así es, señor.
– Pero, entonces si no se ha ido con el bando del enemigo ¿con quién se ha ido?
– No lo sé, señor. Yo sólo le informo.
– Sí, sí cadete. Vuelvo a estar consternado… ¿sabe lo más desconcertante, cadete?
– No, señor.
– Que contra el enemigo sabemos qué hacer, cómo luchar y dónde encontrarlo, pero a los antagonistas ¿se les declara la guerra?
– ¿Es una pregunta retórica?
– Cadete, ¿alguna vez ha estado en el calabozo?
– ¿Señor?
– Es sólo curiosidad, por cambiar de tema. No merece la pena prestar más atención a los que no quieren estar entre nosotros. Como le iba diciendo, yo una vez estuve 15 días con sus 15 noches en un calabozo en el Aaiún, que en esos tiempos era territorio español y…
– Señor, ¿da usted su permiso para sentarme?
– Umh… sí, sí. Siéntese…
Banda Sonora recomendada:
- Hombre solitario x Ilegales «El día que cumplimos 20 años» (2002).
http://www.seriezeta.com/k/recursos/musique/ilegales.20an.hombre_solitario.mp3
Entrada recomendada de lectura a varios niveles: Perdemos Unidades
Sólo quería dejar constancia de mis mejores deseos en estos días festivos para el Sr. K… y el resto de visitantes del blog ;-)