Bendita resaca de maldita lucidez

Bendita resaca de maldita lucidez. La percepción al límite. Oir como nunca el ruido constante y monótono que hace el silencio y no poder dejar de escucharlo porque la palpitación de detrás de los ojos que presiona hacia afuera no nos permite quedarnos dentro de nosotros mismos y olvidarnos de lo que nos rodea. Todo lo vemos, lo oímos, lo sentimos. Todo llega al lado sano – pero noqueado – de la cabeza monstruosamente vibrante. Los objetos, las personas son insultantemente nítidas. Quizá sea la luz de los domingos que resalta como ninguna los poros, los puntos negros y el pelo grasiento.

Sombras capilares

Qué gusto por lo sutil, lo leve, lo etéreo nos brinda la bendita resaca de maldita lucidez. Lo obvio, lo rotundo, lo pesado es una agresión. Nuestro entorno doméstico es amenazador. Ruido, ruido, ruido ¿cómo podemos vivir a diario con tanto ruido? Cómo gritan en la tele. Cómo chillan los vecinos. Y fuera nunca fue mejor. El cielo azul marino que hace unas horas mirábamos en compañía del trino de los pájaros cuando abríamos la puerta del portal ahora es de un azul tan pálido que duelen los ojos. Todo es tan exagerado fuera de casa. Tanto coche, tanto niño gritando por el parque, tanta velocidad alrededor… ¿nadie sabe que hoy es domingo?

No es genial, no es mejor. La bendita resaca de maldita lucidez simplemente, es. El regusto que deja en la boca no es accidental. Es un poso de lo que hicimos ayer. Tan amargo y tan dulce como nos dicte la maldita lucidez de las cosas a toro pasado.

Banda Sonora recomendada:

  • Hoy es domingo x Los toreros muertos «30 años de éxitos» (1986).
    http://www.seriezeta.com/k/recursos/musique/toreros.domingo.mp3

Como decía aquel: «la movida es el alcohol». Dedicado a los que ya no comparten resacas.

4 respuestas a «Bendita resaca de maldita lucidez»

  1. El etanol disuelve las telarañas que amortiguan la percepción sensorial y nos devuelve (al cabo de unas horas de su ingesta) a esa alta definición que nos hizo berrear en el momento justo en el que nacimos.

  2. Bendito ministerio de salud, estamos creando generaciones enteras de españoles que odian al tabaco… con el higado como el de una oca antes de hacer foagras.

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