Ser una celebridad es duro. Tanto ser celebridad por celeridad o meta-celebridad ahíta de amor indecente a la celebridad en sí misma, ser o estar célebre requiere dedicación. Porque, claro, estar todo el día de celebración no es asunto baladí. Zapatero a tus zapatos – o a tus debates – y celebridad a tus celebraciones. Por eso quizá la celebridad sólo dure 15 minutos, como decía aquél. Pero, para ser celebridad hay que nacer. Además, ya sólo por nacer a todos nos tocan no sólo unos 15 minutillos, sino un día enterito para nuestro uso, derroche y disfrute. Y que los fastos comiencen y que las celebraciones no acaben hasta el amanecer, como hacían los romanos, y que los romanos para el año que viene no me pillen con barbas, pelo largo y andrajos. Capaces de darme crucifijo o algo.
Gracias por acordarse de este día tan especial para mí como para otros tantos millones de personas en el mundo. Celebremos que el mundo gira y algunos aún seguimos en él. Celebrities de garrafón en Sr.K. Porque podíamos ser peores o por lo menos parecerlo. Si no, vean el vídeo del visionario amigho Bothman:
«Seres de la escena social: el vídeoartista» x Sergio Santamaría – The-Leznable Taldea 2005 / Producciones The-Leznables
Ciertamente. Ese «2004» que desaparece en el minuto 6:20 del vídeo le hace al videoartista ganarse el calificativo de visionario.
…Grande Bothman…
Eso si, como en las fiestas de los pueblos … la realidad supera la ficción.¿Para cuando un programa de cámara oculta en el rollo del artisteo subvencionado? ¿eh?