Las palomas, las muy perras, se posan encima de las mesas de la terraza del bar. Una me mira inquisitiva como preguntándome «¿Qué coño haces tú aquí? ¿Quién te ha invitado?». Es cierto, ella estaba antes que yo y además la camarera no la espanta. También tendrá miedo de su mirada.
A dos mesas de distancia, un señor se sienta en la silla que hacía un rato había abandonado. La extraña señora de pelo excesivamente rojo vuelve a estar acompañada. El recién llegado comenta a su señora de pelo excesivamente rojo que «este sitio está muy bien» y que gracias a esta rezumante bondad del bar lo ha hecho a gusto. Momentos antes, tras pedir una «jeinéquen» a la amable camarera, confesaba a su señora de pelo excesivamente rojo que según le trajesen la cerveza se iba a ir a cagar.
Banda Sonora recomendada:
Silence (in this area) x Marlango «The electrical morning» (2007).
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Fragmentos de calorcito y terrrazas para días en los que parece que nunca amanece. Dedicado a todos los que se vuelven grises con la luz gris de este otoño invernal en domingos que no son ni domingos ni lunes.
Parece que quedan lejísimos esos dias de dar patadas al aire para que se vayan las ratas con alas y de sentarse a descansar la galvana en una terraza (preferiblemente a la sombra). Que pronto olvidamos…
Solo de pensar en una jarrita helada de cerveza en bermudas y chancletas cerca de una playa mientras pasan titis en bikini se me relajan los esfínteres.
This is Spain!! Auuuu.
Sin duda hay cosas que para hacerlas a gusto precisan de un contexto adecuado. Gracias por el momento terraza, con su rayo de sol…