Vértigo (Entre los cadáveres)

En estas fechas tan señaladas en el calendario con números rojos para que los más creativos construyan puentes, no queda sino que acordarnos de los cadáveres. No de los difuntos, ni de los fallecidos, ni de tus muertos tan siquiera. Hay que acordarse de ellos, de los cadáveres que nos rodean.

Dicen que hay gente que se mueve entre muertos. Vivos (que no listos) que se dan cuenta de repente de que están rodeados de cadáveres. Para más INRI, resulta que les hablan, pero se les entiende a medias. Están como recien levantados, diciendo lo primero que se les viene a la cabeza, balbuceando y repitiendo las cosas que sabían hasta que un día, por desidia, se cavaron su propia tumba y se echaron a morir. Con vívida lividez campan a sus anchas por las calles; conducen coches, van a trabajar, compran casas y caminan presurosos disimulando su cadavérica esencia. Los vivos tienen dudas porque a veces, quizá demasiadas, se sorprenden contemplándose al espejo con la misma mirada vacía con la que miran los cadáveres que se cruzan en su camino. Es entonces, en ese instante, cuando surge el vértigo del vivo que duda sobre su existencia. Algo huele mal en Dinamarca

Dime, dime, calavera ¿Qué me espera esta noche?..

También, el vértigo llega cuando no hay espejo. El vivito y coleante se siente como en un páramo de masa terrosa o embarrada (según gustos y colores) rodeado por todas partes de cadáveres que no cejan en su empeño de repetir metódicamente los actos y rituales que les hacen sentir menos muertos. Tientan e incitan al vivo a que les acompañe. Que no sea tan raro, que ser cadáver les sienta tan bien… En suma, el vértigo de los vivos ante los cadáveres es fundamentalmente miedo a ser un cadáver y no darse cuenta.

Luego están los que resucitan de su cadaveréz. Normalmente más que vértigo, sienten miedo y cierta pesadez porque sus anteriores compañeros de cadaveradas se les echan a la espalda. Desde su posición de mochila-fiambre, indican al nuevo vivo que o bien, les lleve a otro lado (que lo haga por todos los años que llevan compartiendo tumba) o que no les abandone. Pocos sobreviven a estar vivos en estas circunstancias. Sólo los más fuertes son capaces de zafarse de los asombrosamente recios brazos de los cadáveres.

Ser cadáver o ser vivo. Esa es la cuestión.

Banda Sonora recomendada:

  • «Monstruos» x Siniestro ToTal – Popular Democrático y Científico.
  • «La otra orilla» x Los Enemigos – La Cuenta Atrás

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